Son diez bloques los que conforman el producto, con cinco diseños diferentes, eso significa cinco tipos de materiales que se utilizarán, los cuales han sido definidos gracias al concepto de desarrollo, calamina, cerámica, cemento, madera y piedra. Cada uno de ellos definirá un extracto de los cerros de Valparaíso, generando un mosaico de texturas visuales y táctiles. La realización de cada uno de los bloques será a partir de un molde de hormigón que será la base para incrustar cada material, y cada uno de ellos se colocará de forma distinta. La idea es generar una especie de adoquines que contengan ADN porteño y que representen la ciudad y sus habitantes. Cada textura será tratada de forma distinta, las calaminas serán oxidadas para igualar a las que se encuentran en las casas, en el cemento se grabará un grafiti propio de la ciudad y la madera será envejecida y desgastada para generar el desgaste propio del clima y el tiempo que se ve en puertas y ventanas de casas en los cerros.
